Copa menstrual que permite tener relaciones sexuales cumple un año en Chile
El emprendimiento que surgió en plena pandemia duplica sus ventas mes a mes, debido a la libertad y seguridad que entrega a sus usuarias.
Diseñada por una colombiana, comercializada por una empresa holandesa e importada por la abogada chilena Paula Pérez Harnecker, junto a su hermana Paloma, Beppy Cup es la primera copa menstrual en Chile, que permite total libertad sexual mientras se está menstruando.
“La copa funciona con todas las personas menstruantes y permite tener relaciones sexuales penetrativas sin manchar la cama. Esto, porque al contrario de lo que ocurre con el común de las copas menstruales -que vienen por talla-, esta copita se adapta al tamaño de la vagina“, asegura Paula.
A diferencia de las copas que se conocen hasta ahora, Beppy -que es una abreviación de Be Happy o Sé Feliz- cuenta con una talla única y es extra blanda, por lo que se aplasta en el cuerpo para adaptarse por completo al diámetro de la vagina y sólo en el caso de que el cérvix sea bajo, se recomienda consultar con el ginecólogo antes de comprar una. “Les recomiendo que cuando la usen no le digan a su pareja y te aseguro que no la va a sentir si tienen relaciones”, dice la emprendedora, quien comenzó a importar este producto a inicios de la pandemia por Covid-19 en mayo de 2020.
Menstruación segura y sin manchas
“En el mercado encuentras muchas copitas similares, sin embargo, no todas resuelven el problema de que no se filtre la menstruación. Es muy común que además de la copa menstrual, las mujeres tengan que usar protector o toalla higiénica para no mancharse” explica la abogada.
La seguridad de esta copa se debe a su doble borde, no obstante, la recomendación es usar la copa solo hasta ocho horas máximo y si el flujo menstrual es abundante tener la precaución de cambiarla cada tres horas, ya que “no es un sellado al vacío”, indica su vendedora.
Esta copa menstrual también es compatible con el uso de un dispositivo intrauterino y el anillo anticonceptivo y si está bien puesta, se pueden realizar las actividades cotidianas como ir al baño, mantener cualquier tipo de relación sexual, hacer deporte y dormir con o sin pijama, ya que promete una menstruación sin fugas.
Certificación Europea
“Las primeras Beppy llegaron en mayo de 2020. Al principio nos costó introducirla por su costo. Una copa individual costaba $30.000 y el pack de dos copas hoy cuesta $50.000”, detalla Paula.
Su mayor precio en relación a otras copas existentes en el mercado, se debe a qué Beppy cuenta con todas las certificaciones que exige la Unión Europea para este tipo de productos. “En la UE se está regularizando el mercado de copas menstruales, mientras que en Latinoamérica no existe ninguna regulación», advierte. En efecto, la UE exige desde el año pasado que cada fabricante de copas menstruales venda dos unidades juntas, con la finalidad de que siempre se tenga a mano otra copa limpia a la hora de hacer el cambio.
Material extra blando y biocompatible
Asha International es la empresa madre de Beppy. Esta empresa tiene 40 años en el mercado de la higiene femenina y productos médicos y su planta de producción se encuentra en Rotterdam, Holanda. La empresa es parte de la Asociación de empresas farmacéuticas de la Unión Europea y Holanda, por lo que esta copa menstrual cuenta con dos tipos de certificaciones: de material y otra de productos.
Las certificaciones relativas al material aseguran que el producto es biocompatible, su uso es óptimo para la vagina y garantiza la silicona de grado médico de acuerdo a su biocompatibilidad. La silicona de grado médico es un material hipoalergénico que está diseñado para usarse de manera segura dentro del cuerpo humano durante largos períodos de tiempo y de forma segura en contacto con tejidos vivos
“Hay cuatro características para saber si tu copa menstrual es de buena calidad: La copa debe ser inolora. Si huele a plástico, seguramente no se trata de silicona médica. El plástico no debe brillar, ni ser transparente y la copita tiene que mantener su forma una vez que ha sido esterilizada. Si se derrite o aparecen grietas `next`”, sostiene Paula.
Las certificaciones de producto por su parte, garantizan que el producto es idóneo para el medio ambiente, con una vida útil de 5 a 10 años y que su proceso de producción es limpio y bioseguro.
Beppy también está certificada por el Instituto de Salud Pública en Chile y según Paula Pérez, sus mayores beneficios son que “el cuerpo no va a sentir ninguna incomodidad, no duele, no se filtra, no mancha y puedes tener relaciones sexuales penetrativas de forma libre y placentera. Además, es una inversión porque es una copa que puede durar hasta 10 años sin contaminar”, concluye.
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