Chile, junio de 2023. La llegada del invierno y la temporada de precipitaciones se aproxima, estación que trae consigo la inevitable preocupación colectiva ante las posibles fallas eléctricas. A lo largo de todo el país, es común que se produzcan cortes de luz como efecto secundario de las lluvias y fuertes vientos, significando una serie de problemas para la ciudadanía.
De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), a fines de abril de 2023, más de 200 mil clientes reportaron estar sin suministro eléctrico en diferentes localidades de Chile, registrándose la mayor presencia de afectados en la Región Metropolitana con 108.515 clientes sin electricidad, seguido por Los Lagos con 23.941 y Biobío con 22.438.
Los cortes de luz implican diversas complejidades para las familias chilenas, desde problemas para calefaccionar el hogar, cargar dispositivos tecnológicos y hasta el mal funcionamiento o desperfecto de electrodomésticos. Para evitar estos inconvenientes, muchos chilenos y chilenas se plantean la necesidad de contar con un sistema de respaldo eléctrico como solución ante esta incertidumbre.
Sin embargo, el desafío país es aún mayor. Considerando que la mayor parte de los recursos que se utilizan como respaldo eléctrico son contaminantes, afectando la salud de las personas, las metas de descarbonización de Chile y el desafío de hacerle frente a la crisis climática que vive el planeta, se hace necesaria la búsqueda de soluciones que sean sustentables para apoyar a las familias chilenas ante los problemas de suministro.
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